Jamás se me hubiese pasado por la cabeza, viajar a Londres, no se porque, pero no era un destino que me atrajese mucho, quizás por la mala fama que tienen los ingleses de arrogantes y un poco mal educados. Pero así son las cosas, unas vacaciones en Isla (Cantabria), un amor de verano, y henos a la familia, de viaje a Inglaterra.
Era nuestro primer viaje en el que nosotros directamente contratábamos el avión, el hotel...
Yo siempre digo "San Ryanair", por que gracias a esta compañía de bajo coste, los españoles, hemos empezado a viajar un poco más por Europa, además, gracias a ellos, ahora son muchas las compañías y muchos los destinos a los que podemos llegar sin tener que ver, mermar nuestra economía.
Bueno paso a contar todas las anécdotas que nos ocurrieron....
Todo empezó con la compra de los billetes de avión, elegimos, las fechas, los asientos,,, y le damos a pagar. ¡Uf, ya ésta!. Ahora toca el hotel, después de varios días barajando algún que otro hotel, nos decantamos, por uno al lado del Backingham Palace, el hotel "Continental", no era barato, pero nos regalaba una noche de hotel, si pagábamos tres, y pensando que eran dos habitaciones, pues la cosa pintaba bien, así pues, teníamos cuatro noches que era lo que desde el principio queríamos, por el precio de tres, en dos habitaciones, ¡ una maravilla!, y por supuesto después comprobamos que era un maravilloso hotel.
He de decir que todo esto lo contratamos con dos meses de antelación, así que, pusimos todos los papeles en una carpeta y los dejamos en un cajón, pasados algunos días, más o menos como un mes, después, mi marido quiso comprobar la hora de llegada a Londres, y la hora del regreso y ¡oh sorpresa!, nuestra primera metedura de pata.
Probablemente, por los nervios de la compra , no nos dimos cuenta en la fecha de vuelta y compramos los billetes para el día siguiente, así que teníamos, la ida para el día 10 y la vuelta para el 11 de abril. Nos entraron las cagaleras de la muerte.
¿Y ahora qué?.
CALMA, mucha CALMA, lo primero era ver si había asientos para la vuelta del día 15, nos daba igual la hora. Pudimos comprobar que todavía había asientos en casi todos los vuelos de regreso, ¡menos mal!.
Siguiente paso, intentar que la compañía nos devolviese el dinero de los billetes anteriores o nos los cambiase ella por otro vuelo.
En esto último no hubo suerte, pues la compañía aceptaba cambiarnos el vuelo, pero teníamos que pagar una indemnización, que nos suponía más dinero, que lo que nos habían costado.
Así pues, tuvimos que comprar de nuevo nosotros los billetes de vuelta, suerte que nos costaron muy baratos, sólo 19€, cada billete.
Además, la vuelta anterior la habíamos hecho a las 07:00h., sin pensar, si el aeropuerto estaba cerca o lejos de nuestro hotel, y si habrían autobuses, trenes... a esas horas.
Ahora pues, los compraríamos para las 10:00h., por que de todos los errores se aprende, ¡y sí!, nuestro destino estaba como a una hora y media de nuestro hotel, y no hubiésemos tenido transporte público para ir al aeropuerto tan pronto.
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