Que ver en Londres en cuatro días
Nuestro viaje ya era una realidad, cuando llegamos al aeropuerto pudimos comprobar que éste se encontraba a una hora y media aproximadamente de la ciudad, se trataba del Stated, donde aterrizan los aviones de low cost, pues bien decidimos coger un autobús que nos llevaría al centro y desde allí iríamos andando hasta nuestro hotel, pues este, estaba bastante céntrico.
Cuando llegamos al hotel vimos que se encontraba muy cerca del Buckingham Palace, pues según nos contaron parece que algún tiempo este edificio formó parte del propio recinto del palacio, pues eran los aposentos de la servidumbre, no sé si esta historia es verdadera o no, pero debo decir que el hotel fue una maravilla, se trataba del "Crowne Plaza", que se portó estupendamente con nosotros, ya que teníamos reservadas dos habitaciones, y cuando vieron que una de ellas era para dos menores y que no tenían disponibles dos habitaciones contiguas, nos dieron una suite por una noche, y al día siguiente, ya nos pusieron en dos habitaciones que se comunicaban entre si, por una puerta. Debo decir que todo esto parece lógico, pero nosotros hicimos la reserva por internet y en ningún caso pedimos las habitaciones contiguas ni comentamos si quiera lo de las menores, pues estas eran pequeñas pero no tanto, tenían once y diecisiete años, así que recibimos una excelente atención por parte de los empleados y del hotel. ¡Gracias Crowne Plaza de Londres!.
Bien como he dicho antes, viajábamos con niñas y tampoco queríamos agotarlas, pero si, ver el máximo de cosas de esta ciudad, así pues, una vez dejadas las maletas y maravillarnos con la suite, nos dispusimos a conocer un poco la ciudad, y buscar también algún sitio donde poder cenar mas tarde.
Nuestra primera visita por supuesto fue el Buckingham Palace, por supuesto, ya que éste, se encontraba a pocos minutos de nuestro hotel, también es cierto que ésta no sería la única vez que acudiríamos a este lugar, ya que como todo buen turista queríamos ver el cambio de guardia.
Más tarde paseamos por Sant James's Park, que se encuentra enfrente del Palacio Real.
Nos adentramos un poco por la ciudad y nos dirigimos hacia el "Big-Ben", para mas tarde cruzar el Támesis y subir en "The London Eye", pues habíamos leído tenia unas vistas espectaculares de toda la ciudad. Y así es.
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Vista general desde "The London Eye"
Pasamos una mañana estupenda, y las niñas disfrutaron mucho, Después de comer nos acercamos a "The Tower Bridge",
¡espectacular!, además estuvimos un buen rato contemplando esta maravilla, nuestro siguiente destino fue "The tower of London",que es un castillo histórico situado en la ribera norte del río Támesis, al lado The Tower Brige, y que fue declarada en 1988 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, por tratarse de una fortaleza del medievo normando excepcionalmente bien conservada y por su significación como centro de poder ininterrumpido durante siglos y siglos de historia británica y europea, aquí también pudimos contemplas las "Joyas de la Corona, y los Arsenales Reales.
The Big-Ben
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Ya casi estábamos agotados, pero todavía queríamos acercarnos a ver la catedral , y por supuesto lo que se llama "La City", que es un barrio de Londres. Es el distrito financiero de Londres, sede de la Bolsa de Valores y el Banco de Inglaterra, con una intensa actividad durante el día. Aunque en este barrio no reside casi nadie. Se mezclan edificios antiguos y nuevos, torres acristaladas en medio de una ciudad que nada tiene que ver con ese tipo de arquitectura, la verdad que parece ser que ocupa el lugar del asentamiento romano originario. Después del gran incendio de 1666, que destruyó la mayor parte de la primitiva City.
Las visitas más importantes de la zona son la Catedral de San Pablo, la Torre de Londres y The Tower Bridge.
Así pues sólo nos quedaba visitar por hoy la Catedral de San pablo y con ello terminar con las visitas de hoy.
Y más tarde nos adentramos por la ciudad, en busca de un restaurante para cenar, por supuesto algún sitio que no fuese demasiado caro.
Nos hicimos muchas fotos, especialmente las más típicas como son las de las cabinas rojas, fotos a autobuses de dos pisos, los taxis negros y redondeados , en fin, todo nos parecía una maravilla, finalmente encontramos un pub donde cenar, y tomarnos una gran cerveza, habíamos leído que en estos lugares no se puede entrar con menores, es cierto , pero en éste en concreto la zona de copas estaba en la planta baja y habían abierto un salón en el primer piso donde se podía cenar y beber una cerveza aunque fueses acompañado por menores. El sitio no fue caro y además nuestro camarero era una chico español, estudiante de inglés, como en casi todos los sitios donde después fuimos a cenar o comer encontramos españoles, esto nos gustó mucho pues nuestro conocimiento de la lengua no era muy fluida.
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